Mi abuela Ana Perez, que tiene 77 años de edad, sigue trabajando tanto como por la mañana como por la tarde en distintas casas limpiando y cuidando a un perro.
Las grandes distancias que tiene que recorrer la mantienen en forma y la ayudan a afrontar cada duro día en el que tiene que salir de su casa calentita ha combatir contra el frío y el polvo.
Tiene que cuidar también de su gata Kira.
La hago compañía jugando al Parchís, y siempre me gana, o si no jugamos a la Brisca o al Tute.
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